EL PAPEL DE PARED AMARILLO
“Nunca antes había visto tanta expresión en un objeto inanimado, y ¡todos sabemos lo expresivos que pueden ser esos objetos! De niña solía quedarme tumbada despierta, y obtenía más diversión y terror de las paredes desnudas y del sencillo mobiliario que la mayoría de los niños en una tienda de juguetes.”
Es la segunda vez que leo este libro y, además, con gusto. La primera, me quedé muy sorprendida por la forma en que la autora describe la histeria y la depresión. La segunda lectura, os tengo que decir que ha sido todavía más enriquecedora. En ella he disfrutado más de la imagen de la mujer que se nos da en el relato.
La vida de Charlotte Perkins, en sí misma, ya me parece algo estupendo sobre lo que leer. Su padre la abandona, tiene una amistad bastante especial con una mujer llamada Martha, se casa con Charles, tiene una hija y sufre una depresión posparto, se divorcia, se casa con su primo, elige acabar con su vida cuando el cáncer la acorrala… Y, dentro de todo esto, se convierte en una mujer multidisciplinar y en un referente para el feminismo de su época con libros como Mujeres y economía (si me queréis mucho me lo podéis regalar).
El papel de pared amarillo es su obra más conocida. Se trata de un relato breve (unas 20 páginas más o menos), escrito a modo de un diario bastante peculiar. Digo peculiar porque la protagonista, que guarda reposo por una depresión posparto, sólo puede escribir cuando nadie la ve: el médico le ha recetado descanso, alejarse del mundo y, sobre todo, no trabajar.
Qué grande la soledad que desprenden estas páginas. Qué enormes las ansias de socorro. Nadie la entiende. Ni el doctor, que la priva de expresión, de trabajo, de socializar; ni el marido, que la trata como si fuera una niña pequeña que no sabe lo que es bueno para ella o cómo se siente en cada momento.
Al final la mujer queda relegada al papel de marioneta. ¡No tiene ni voz ni voto ni para referirse a ella misma! Todos menosprecian el trance por el que está pasando porque es eso, sólo una mujer que sufre ataques de nervios. Pero es tan profundo lo que siente y cómo lo describe. Me parece magistral la forma en que sus pesadillas pasan de alucinaciones a cruda realidad.
Es muy triste, pero la verdad es que, al estar escrito en forma de cuento gótico, la perspectiva desde la que se ve y se trata la depresión es algo novedoso (más aún para la época en la que está escrito el relato). Sin duda alguna, el final no os dejará indiferentes.
Me quedo con el motivo por el que Perkins escribió este relato que le costó de publicar y tuvo bastantes críticas (algunas de ellas buenísimas por la forma en la que describía el trastorno, muchas de ellas malas por el mismo motivo). Escribió el relato para que nadie tuviera que sufrir esas curas de reposo, pues le parecían horribles para la depresión. En sus propias palabras: “No tenía la intención de volver loca a la gente, sino de salvar a la gente de que la volvieran loca, y funcionó.”
¡Muy recomendable!
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