RESEÑA: El llano en llamas de Juan Rulfo

EL LLANO EN LLAMAS

"La luna iba subiendo, casi azul, sobre un cielo claro. La cara del viejo, mojada en sudor, se llenó de luz. Escondió los ojos para no mirar de frente, ya que no podía agachar la cabeza agarrotada entre las manos de su hijo. 

- Todo esto que hago, no lo hago por usted. Lo hago por su difunta madre. Porque usted fue su hijo. Por eso lo hago. Ella me reconvendría si yo lo hubiera dejado tirado allí, donde lo encontré, y no lo hubiera recogido para llevarlo a que lo curen, como estoy haciéndolo. Es ella la que me da ánimos, no usted. Comenzando porque a usted no le debo más que puras dificultades, puras mortificaciones, puras vergüenzas."

Hace unas semanas que decidí leer El llano en llamas de Juan Rulfo. Mi experiencia leyendo Pedro Páramo me abalaba en esta aventura y no me ha decepcionado lo más mínimo. Bueno, seamos sinceras, ya había leído algún que otro cuento y había quedado maravillada, pero nunca había disfrutado este libro con el tiempo que se merece. 

El llano en llamas es la reunión de diecisiete fantásticos cuentos. Algunos son más intensos o más crípticos que otros -ya sabéis que la forma de escribir de Rulfo muchas veces es laberíntica-, pero todos desprenden ese aura que tanto me gusta y me atrae. ¿Qué tendrá Rulfo que me apasiona tanto y me atrapa en su lectura? 

No sé cómo se las arregla para hacerlo, pero este autor siempre consigue (al menos conmigo sí) emocionarme. Podemos encontrar todo tipo de tramas en estos relatos narrados en primera o tercera persona. Eso sí, todos los personajes que aparecen en los cuentos tienen un aire de miseria y de nostalgia de una vida mejor que nunca experimentarán. Parece que viven de un recuerdo, en ocasiones, inexistente. Asimismo, la tragedia siempre suele cernirse sobre estos, dejando un gusto agridulce en el paladar literario del lector. 

Sin duda alguna, Rulfo me parece uno de los mejores exponentes del llamado realismo mágico. Ya no solo por los temas que trata y la inclusión de lo fantástico dentro de la realidad que describe, acción que nos hace profundizar en la historia; sino también por su forma de narrar, siempre repleta de una introspección preciosa caracterizada, en su mayor parte, por los monólogos interiores de los personajes. 

Creo que es maravillosa la manera en la que Rulfo nos pone en contexto sin ser excesivo con las referencias históricas. Al final, una lee El llano en llamas y sabe que el contexto histórico es la Revolución Mexicana, sin embargo, el autor no nos empalaga bombardeándonos con información histórica. No, él se encarga de que ese contexto se sobreentienda gracias a la caracterización de la forma de vida de sus personajes y del espacio por el que transitan. 

Del mismo modo, merece mención honorífica lo bien integrados que están los elementos de la naturaleza (la tierra, la luna, el viento…) dentro de la trama, en la que se crean figuras retóricas maravillosas con ellas para ampliar el contexto del lector. Para muestra, el pequeño fragmento que os he mencionado al empezar la entrada. 

Los cuentos que más me han gustado son Talpa y No oyes ladrar los perros. Ambos me han emocionado muchísimo y me han hecho empatizar con los sentimientos de estos personajes que viven situaciones extremas muy ligadas a su familia y al amor. 

¡Altamente recomendable!