14 VASOS DE AGUA
“El problema de este plan maestro era que no se puede retener a alguien encerrado con la puerta abierta, hablándole continuamente sobre la libertad y pretendiendo que no desee saborearla.”
Hace unas semanas, Ana se puso en contacto conmigo. El motivo, 14 vasos de agua, su novela editada a través de Círculo Rojo. Después de leer alguna reseña sobre la obra, acepté. Y es que me parece que, cuando un escritor te envía su obra para que la valores, te está regalando su tiempo, su esfuerzo, su trabajo y, aunque suene poco poético, su dinero. Qué menos que tomárnoslo en serio. Me puse manos a la obra y esto es lo que he encontrado.
14 vasos de agua es un libro duro. Durísimo. En él se cuenta la vida de Náyade que, como promete la autora, no tiene una familia “normal”, ni una infancia “normal”, ni una existencia “normal”. La verdad es que a la pobre Náyade le toca lidiar con una madre biológica con problemas mentales que disfruta aplicándole castigos bastante sádicos; con una familia adoptiva que la ama, pero de la que es separada a la fuerza; con un puto energúmeno que le destroza la infancia y con más vicisitudes que no mencionaré por miedo a estropear la sorpresa.
La verdad es que no suelo leer biografías, a no ser que acuda concretamente a ellas para saber la vida de alguno de los autores o artistas que me interesan. No obstante, este caso es una excepción: la historia te atrapa desde el primer momento y no puedes dejar de leer esperando, siempre, que a Náyade le vaya un poco mejor.
Sí que me veo en la obligación de advertir que hay capítulos en que no puedes contener la ira. Me tocó cerrar el libro en más de una ocasión por estar de mierda hasta el cuello (perdón por ser tan gráfica y poco correcta). La historia de Náyade es una historia que enfada, que te rompe en mil pedazos, que es tan violenta que no puedes creer que sea verdad. Pero lo es.
Únicamente existen dos cosas que hubiera cambiado de la biografía: algunos signos de puntuación (soy muy escrupulosa con las comas y siempre peco de poner y necesitar demasiadas) y el final. Lo del final lo digo porque, en comparación con la infancia de Náyade que es descrita minuciosamente, me parece que su edad adulta es descrita de una forma más rápida y me quedé con ganas de saber más, de sacarle todo el jugo.
En definitiva, os recomiendo que le echéis un vistazo al libro. Leyéndolo te das cuenta de que, muchas veces, nos preocupamos por minucias, cuando existe gente con vidas mucho más difíciles que la nuestra. Se podría decir que, contemplando esta situación más que trágica, experimentas la catarsis. Es un libro que te hace replantearte muchas cosas y cambiar algunos aspectos de tu propia existencia y pensamiento.
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