PEDRO PÁRAMO
“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo.”
Pedro Páramo es uno de los libros que más veces he leído y creo que, en parte, es debido a este inicio de novela. Juan Rulfo presenta al lector un mundo en ruinas en el que el plano de los vivos se entrelaza, de forma magistral, con el de los muertos. No existe más frontera que aquella que el lector traza intuitivamente, porque ni siquiera al leerlo uno puede distinguir a dónde pertenece cada personaje. Y ahí radica la magia, en que Rulfo siempre sorprende. Sus giros son imprevisibles.